Luego de que se oficializara la baja de las retenciones a los principales cultivos, una parte del campo comenzó a liquidar y, en consecuencia, podría ayudar al ministro de Economía, Luis Caputo. La semana pasada hubo un boom de Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE), que contribuirán a la oferta de dólares en un mes complicado, donde la demanda de las personas por la divisa norteamericana suele aumentar por el turismo fuera del país.
Como había contado Infobae, existió un cortocircuito en la estrategia del equipo económico: desde que se anunció la reducción de los derechos a la exportación hasta que se oficializó en el Boletín Oficial, se pararon las ventas del campo durante casi tres días. Sin embargo, la semana pasada, con la medida ya en vigencia, se aceleraron las DJVE.
Según datos de la operadora del mercado de granos, Mariela Brandolin, el 15 de diciembre pasado fue el día de mayor registro: 181.356 toneladas de harina y 23.951 toneladas de aceite de soja. “Con más de 4.500 camiones colocados para iniciar el día, se puede mencionar que es una excelente cantidad de ingreso. A más de 1.000 unidades del comparativo 2024”, afirmó la especialista.
La presión impositiva sobre el sector agroexportador se encuentra en el nivel más bajo de los últimos siete años, a partir de esta última medida que tomó el Ministerio de Economía. La alícuota para la soja bajó de 26% a 24%; para los subproductos de soja, de 24,5% a 22,5%; para trigo y cebada, de 9,5% a 7,5%; para maíz y sorgo, de 9,5% a 8,5%; y para girasol, de 5,5% a 4,5%.
“Con la soja por debajo de los $500.000, las ventas primarias mostraron una tendencia declinante en la primera semana, con las retenciones al 24%. Los informes de mercado de los corredores hablaron de ventas los primeros días en torno a las 120.000 toneladas diarias y entre 70.000/80.000 del miércoles al viernes”, destacó RIA Consultores en su último informe.
“Viene atrasado en la soja. Hubo poca declaración de harina de soja, al punto de que la cebada tuvo más, aunque es lógico por el momento del año. La pregunta es: ¿No hay reacción de los productores porque el precio sigue por debajo de $500.000 o es que directamente ya no queda mucha soja?”, planteó el director de RIA Consultores, Javier Preciado Patiño, quien considera que si mejora el precio, podría traccionarse un poco.
La estrella de la semana fue el trigo, con un promedio diario de 200.000 toneladas, mientras que el maíz se ubicó en segundo lugar con un total de 638.000 toneladas, lo que arrojó un promedio diario de 128.000 toneladas. “El volumen operado de trigo estuvo muy en línea con las DJVE registradas en la semana, que sumaron 1,02 Mt, todo con fecha de inicio de embarque en diciembre. De esta manera, el presente mes suma 3,4 Mt, un muy buen volumen en términos históricos”, marca el reporte.
En la campaña 2025/2026, se puede llegar a romper el récord global de producción de trigo, al estimarse una cosecha de 825 millones de toneladas, según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos y el Consejo Internacional de Cereales. “En términos generales, casi todos los principales exportadores de trigo han tenido excelentes condiciones productivas”, destacó el director de los Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Julio Calzada.
Esa recuperación de la producción de exportadores de toda la Unión Europea (especialmente Francia y Alemania) y Rusia complicó el valor del trigo argentino. “A su vez, China viene comprando menos de lo que habitualmente hace, 12 millones de toneladas, porque aumentó su producción”, concluyó Calzada.
El trasfondo de la medida
“El problema es la soja primero y el maíz después. Hay muy poca declaración de exportaciones para enero, febrero y marzo en el caso de la soja; y para diciembre, enero y febrero en el caso del maíz”, sumó Preciado Patiño. La clave está en observarlo en términos históricos: las declaraciones de exportaciones de maíz de diciembre, enero y febrero son de un millón de toneladas, cuando lo normal, en promedio, son 4,2 millones. Algo similar ocurre con la soja.
Además, la medida de baja de retenciones implica una pérdida de recursos para el Estado. Según la consultora LCG, el costo fiscal de la medida ascendería a USD 700 millones en 2026, equivalente a 0,1% del PBI. “Contrasta con las proyecciones que el Poder Ejecutivo incorporó al proyecto de Presupuesto 2026, próximo a tratarse en el Congreso. Allí se asume que lo recaudado por Derechos de Exportación crecería de 0,95% a 0,98% del PBI entre 2025 y 2026”, marcaron en un informe.
Fuente: Infobae